El presidente estadounidense, Donald Trump, ha exigido este lunes al Gobierno de Israel que se abstenga de “interferir” en el progreso de Siria hacia su conversión en un “Estado próspero”, y ha llamado a las autoridades israelíes a mantener un diálogo “verdadero” con sus homólogos sirios. El mensaje del republicano, publicado en Truth, su red social, llega en un momento de deterioro en las ya maltrechas relaciones entre ambos países. El viernes, las fuerzas israelíes lanzaron uno de los ataques más letales contra su vecino del noreste desde la caída del Gobierno de Bachar el Asad el pasado diciembre, y este domingo, un ministro de segunda línea del Ejecutivo de Benjamín Netanyahu habló abiertamente de la posibilidad de ir a la guerra en Siria. El comunicado de Trump, que este lunes ha mantenido una llamada telefónica con Netanyahu en la que le ha invitado a la Casa Blanca por quinta vez en lo que va de año, parece un intento para que Israel y Siria retomen las negociaciones para alcanzar un acuerdo de seguridad. Meses atrás, el enviado especial de Estados Unidos en Siria, Tom Barrack, llegó a asegurar que un pacto era inminente. Pero la actuación de las tropas israelíes —que lanzan redadas recurrentes en los territorios sirios que han ocupado desde diciembre— y la demandas que Israel ha ido añadiendo a la mesa de negociación han alejado el pronóstico del acuerdo con las nuevas autoridades sirias. En paralelo, la acción militar ha ganado el protagonismo que perdía la diplomacia. El viernes, una incursión israelí en Beit Yinn, un pueblo sirio en las afueras de Damasco, derivó en un tiroteo entre uniformados de Israel y jóvenes locales. Seis soldados israelíes resultaron heridos y 13 sirios murieron —dos de ellos, menores— después de que las tropas israelíes bombardearan el municipio. La advertencia de Trump se ha producido también después de que algunos sectores en Israel hayan interpretado esos hechos como la antesala de un nuevo frente de guerra. “Es importante que Israel mantenga un diálogo verdadero y fuerte con Siria, y que nada interfiera en la evolución de Siria hacia [convertirse en] un Estado próspero”, ha pedido Trump. En la publicación, en la que el presidente estadounidense ha recordado que la Casa Blanca ordenó el levantamiento de sanciones sobre Siria, Trump ha llamado a ambos países a aprovechar “una oportunidad histórica” que se suma “al éxito ya alcanzado para la paz en Oriente Próximo”, en aparente mención a la frágil tregua en Gaza. Cuando el actual presidente interino de Siria, Ahmed al Shara, culminó la ofensiva en diciembre del año pasado contra el Gobierno de El Asad, las autoridades israelíes aprovecharon el caos para ocupar todo el territorio que formaba parte de la zona tampón que Israel y Damasco habían acordado en un acuerdo de seguridad alcanzado en 1974, y que el Ejecutivo israelí dio por terminado con la caída del dictador sirio. Esa nueva ocupación, de un territorio mayor al de la franja de Gaza, se suma a la que Israel ya controla desde 1967 en los Altos del Golán sirios, donde residen decenas de miles de colonos israelíes.“Una nueva era”Desde diciembre, Washington media en las negociaciones entre israelíes y sirios para diseñar un acuerdo de seguridad que remplace el anterior, en unas conversaciones en las que el destino y la condición de las aldeas recientemente ocupadas —donde residen unos 70.000 sirios— están en juego. Ese diálogo existe mientras las tropas israelíes actúan militarmente en Siria ante la inacción de las autoridades sirias, sin apetito para iniciar un conflicto con Israel en un momento en el que tienen la construcción de un Estado por delante. Desde diciembre, las Fuerzas Aéreas de Israel han bombardeado metódicamente los equipos y las bases militares del ejército sirio —en algunos casos convirtiéndolos en polvo—, alegando que deben impedir que caigan en manos erróneas y supongan una amenaza para los israelíes que habitan en los Altos del Golán. Amijai Chikli, ministro israelí de Diáspora y Lucha contra el antisemitismo, denunció el domingo la “resistencia organizada” que las tropas israelíes se encontraron en Beit Yinn. El ministro, sin competencias en asuntos bélicos pero cuyas palabras pueden ser interpretadas como un baremo del Ejecutivo israelí, describió esos hechos como “el comienzo de una nueva era”, equiparando la Gaza de 2008 con la Siria de 2025. “Es necesario comprender que es muy probable que el frente sirio se convierta en una importante zona de guerra”, agregó Chikli.

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